jueves, 15 de mayo de 2008

EL APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO POR MEDIO DE LOS JUEGOS RECREATIVOS


Jugar: La manera de aprender de los niños pequeños

Traducción al castellano: René Bautista M

Hace una generación, se suponía que el jardín de infancia preparaba a los niños para la escuela. Sin embargo, ahora todo el mundo habla sobre la importancia de la “preparación para la escuela” antes de que los niños lleguen al jardín de infancia.
Esa es la razón por la que muchos padres, ansiosos de que a sus hijos les vaya bien en la escuela, quieren que los programas de cuidado y educación infantil temprana hagan que los niños se sienten a una mesa usando hojas de trabajo, fichas —tarjetas de ayuda pedagógica— y ejercicios para aprender letras y números, e incluso comenzar a leer, sumar y restar.
Pero los preescolares aprenden de una forma diferente a la de los niños en edad escolar: jugar es esencial para el aprendizaje en la primera infancia. El juego es el vehículo más importante mediante el cual los niños aprenden y desarrollan ideas sobre el mundo. Jugar les ayuda a desarrollar las habilidades necesarias para el pensamiento crítico y el liderazgo, y es la forma en la que aprenden a resolver problemas y a sentirse bien con su capacidad de aprender.
Los niños sacan mayor partido al aprendizaje a través del juego cuando tienen maestros con la formación y las herramientas necesarias, conocedores de cómo el juego contribuye al aprendizaje.
La mayoría de los expertos están de acuerdo en que el juego constituye una parte esencial en un programa de aprendizaje para la primera infancia de alta calidad. El juego no es una interrupción en el aprendizaje: es la manera de aprender de los niños más pequeños.

El preescolar de calidad proporciona beneficios perdurables
Varios estudios han demostrado que el preescolar y los programas de cuidado infantil de alta calidad conllevan beneficios perdurables. Tres estudios que realizaron el seguimiento de niños durante varios años mostraron que los contribuyentes ahorraron al menos 2,69 dólares por cada dólar gastado en programas de aprendizaje de calidad para la primera infancia a través de la reducción aparejada del gasto en educación especial, seguridad pública y otros.
En dichos programas las actividades “iniciadas por los niños” fueron muy importantes: maestros altamente capacitados se basaban en las actividades e intereses de los propios niños para guiar el aprendizaje. Éstos podían escoger entre una serie de actividades apropiadas, en lugar de emplear todo su tiempo en seguir las instrucciones de los maestros.
Varios estudios han demostrado que los niños aprenden más de actividades educativas que apoyan su propio interés que de seguir las instrucciones de los maestros. Algunos investigadores han encontrado evidencia de que demasiadas actividades dirigidas por el maestro socavan la autoconfianza y la motivación de los niños pequeños para aprender.
El juego contribuye al éxito escolar
Los investigadores están encontrando cada vez más conexiones entre el juego de los niños y el aprendizaje y desarrollo social que les ayuda a obtener buenos resultados en la escuela. Por ejemplo, simular situaciones a través del juego ayuda a los niños a aprender a pensar de forma abstracta y a mirar las cosas desde otra perspectiva. Los juegos de simulación están asimismo relacionados con el aprendizaje de la lectura y la escritura, el pensamiento matemático y la resolución de problemas.
Cuando los niños juegan…
Ponen a prueba el desarrollo de sus ideas a través de objetos, gente y situaciones, una habilidad clave para el aprendizaje académico.
Desarrollan varios tipos de aptitudes al mismo tiempo—físicas, sociales, emocionales, de pensamiento y de lenguaje.
Hacen cosas en las que están interesados y de esta forma tienen una motivación natural para aprender.
Desarrollan conceptos y aptitudes de forma conjunta. Por ejemplo, mientras una niña aprende a escribir las letras de su nombre, también está aprendiendo el concepto de que cada letra representa un sonido. Al mismo tiempo, está muy motivada por el significado: ¡su propio nombre! Los niños son más proclives a recordar habilidades y conceptos que han aprendido haciendo cosas que tienen algún tipo de significado para ellos.
Aprenden de otros niños y desarrollan herramientas sociales jugando juntos.

Cuando los niños juegan, aprenden a desarrollar capacidades que contribuyen al éxito escolar
Usando una cosa que representa a otra
Mediante juegos de simulación, los niños aprenden a usar su imaginación para representar objetos, personas e ideas.
Lo que se ve:
Un niño pequeño agita sus brazos simulando ser una mariposa.
Otro coge una banana, se la pone en la oreja como si fuera un teléfono y dice: “Hola”.
Un preescolar construye un edificio con bloques.
Cómo promueve el éxito escolar:

Si los niños pueden usar una cosa para representar cualquier otra, es más fácil para ellos comprender que las letras representan sonidos y que los números representan cantidades. Luego, más adelante, podrán visualizar en su imaginación eventos históricos o ideas científicas.
Usando el lenguaje y explicando historias
Mediante juegos de simulación, los niños desarrollan sus aptitudes para usar el lenguaje y explicar y comprender historias.
Lo que se ve:
Los niños representan escenas en el rincón de las tareas domésticas.
Un niño hace que su muñeca “cuente una historia”.
Cómo promueve el éxito escolar:
La capacidad en el lenguaje oral y la habilidad de contar cuentos constituyen las bases sobre las que se apoyan la lectura, la escritura, los estudios sociales y la ciencia.
Usando la experimentación y la lógica
Cuando los niños juegan con materiales como bloques, arcilla, arena y agua están desarrollando habilidades en lógica. Experimentan con la causa y el efecto, con contar y clasificar cosas, y con ponerlas en orden. Aprenden cómo crear estrategias para resolver problemas.
Lo que se ve:
Los niños experimentan con bloques intentando encontrar la manera de construir una estructura estable.
Los niños cuentan el número de tazas necesarios para una “fiesta del té”.
Los niños vierten arena en contenedores de diferentes tamaños.
Cómo promueve el éxito escolar:
Las prácticas con la experimentación, observación, comparación y el trabajo con formas, tamaños y cantidades constituyen las bases para comprender matemáticas y ciencia, y para desarrollar la capacidad de pensamiento de “orden superior” en todos los temas.
Desarrollando el autocontrol y las habilidades sociales
Mientras los niños comparten materiales y juegan juntos, aprenden a cooperar, escuchan a los otros, defender sus propias ideas, manejar la frustración y sentir empatía.
Lo que se ve:
Los niños negocian sus papeles en un juego dramático: “Ambos podemos ser pilotos si tenemos dos asientos”.
Un niño llora y otro dice: “No te preocupes, que tu mamá vendrá pronto”.
Cómo promueve el éxito escolar:
Muchos estudios han demostrado que los niños con habilidades sociales y salud emocional buenas obtienen mejores resultados en la escuela; asimismo, es más probable que eviten comportamientos peligrosos como adolescentes. A través del juego, los niños desarrollan su capacidad para crear relaciones con otras personas.
Aprendiendo a disfrutar del aprendizaje
Cuando los niños hacen actividades que ellos han escogido, el aprendizaje es ameno. Está basado en sus propios intereses y les da un sentido de competencia.
Lo que se ve:
Clases organizadas con diferentes centros de actividad (bloques, obras de teatro dramáticas, pintura y dibujo, lectura, ciencia, etc.) donde los niños son estimulados a escoger sus propias actividades.
Cómo promueve el éxito escolar:
Los estudios demuestran que las actitudes infantiles de curiosidad, motivación y competencia son la clave del éxito académico en la escuela primaria.

El maestro es clave en la enseñanza basada en el juego
Los niños aprenden más a través del juego cuando tienen maestros bien formados que saben cómo responder, guiar y ampliar sus juegos para potenciar la enseñanza, y que saben cómo evaluar el desarrollo infantil mediante la observación de su juego.
Los maestros pueden…
Guiar y ampliar el juego para ayudar a que los niños aprendan más
Responder al juego: Un maestro ve a un niño jugando y construye vocabulario proveyendo nuevas palabras: “Eso es interesante. Has alineado a los animales desde el pequeñito al gigantesco”.
Ampliar el juego: Una maestra oye que los niños están haciendo algunas rimas simples: “Eres jugoso, patoso, ...”, etc. Ella amplía este juego enseñando canciones que jueguen con los sonidos del lenguaje (por ejemplo, “Manzanas y bananas”), en tanto sabe que con eso ayudará a los niños a aprender a reconocer los diferentes sonidos en las palabras.
Una maestra observa a un niño simulando que una silla es un coche y “conduciendo”. Ella estimula su imaginación preguntando: “¿Adónde vas?” “¿Qué ves por el camino?”.
Guiar el juego: Una semana el maestro convierte el área de vestuario en una tienda de zapatos. Los niños practican habilidades sociales y de lenguaje representando a “clientes” y “vendedores”, aprenden nuevo vocabulario (alpargatas, botas, etc.) y emplean el dibujo para crear letreros para la tienda. Otros preescolares de más edad escriben letras y palabras para los carteles o practican matemáticas simples haciendo cambio para comprar.
Evaluar el desarrollo de los niños observándoles jugar
Observar las actividades de los niños: Ver a un niño alinear los dinosaurios de juguete por tamaño muestra su comprensión de la comparación de tamaños y que sabe poner las cosas en orden.
Escuchar a los niños cuando hablan: Escuchar a un niño hablar sobre lo que “dicen” las letras muestra que es capaz de comprender que las letras representan palabras.
Tomar fotos: Una serie de fotos de las estructuras de bloques de un niño tomadas a lo largo del tiempo muestra que éste está aprendiendo más acerca de las relaciones espaciales.

Recomendaciones para políticas públicas
Considerando que el juego es tan importante para el desarrollo de los conceptos, habilidades y enfoques que utilizarán los niños a lo largo de sus vidas, las políticas públicas deberían apoyar una educación temprana que enfatice el juego. Los padres y proveedores de cuidado infantil pueden urgir a los políticos a:
Adoptar directrices para programas de preescolar que enfaticen la importancia del juego.
Requerir programas de estudio y materiales de enseñanza que enfaticen el juego.
Apoyar la formación en profundidad y la educación continua para educadores de infancia temprana, incluyendo maestros de enseñanza primaria, sobre cómo usar el juego para promover la enseñanza.
Educar a los padres acerca de la importancia del juego.
Evaluar el aprendizaje de los niños pequeños a través de la observación, no de pruebas formales..

Los padres pueden…
Dar a los niños juguetes que éstos puedan usar de muchas maneras: bloques, papel, ceras y lápices de colores, muñecas y animales de juguete, pelotas, pasta de modelar, etc.
Alentar a los niños a jugar con objetos domésticos cotidianos como ollas o sartenes, y materiales de exterior como palos o hierba.
Proporcionar juguetes simples que animen a los niños a ser activos y a usar su imaginación, y no a mirar cómo el juguete hace sus propios trucos.
Jugar con sus niños, hacerles preguntas sobre su juego (“¿Qué hacen aquellos animales?”), y señalar cosas que haya notado (“¡Usaste muchos colores brillantes en ese dibujo!”)
Buscar programas de preescolar y cuidado infantil donde los niños aprendan mediante el juego. Preguntar(se): ¿Cómo usa el juego este programa para ayudar a los niños a aprender?

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